miércoles, 24 de julio de 2013

María Teresa Vera e Ignacio Piñeiro.

Algo que me hizo amar la vida de María Teresa Vera fue lo vinculada que estuvo su figura a los procesos de la historia de la música cubana en muchos sentidos. De la trova hay muchísimo que contar, pero quiero hoy mencionar su relación con Ignacio Piñeiro. Para los que no sepan, Ignacio Piñeiro es uno de los músicos más importantes dentro de la historia de la música popular y por tanto, figura imprescindible dentro de la cultura cubana. Fue en gran parte el encargado de transformar el son a cómo lo conocemos hoy en día y es uno de los compositores más representativos de este género y de otros. También es muy "culpable" de llevar a géneros populares bailables como el propio son toda la influencia de la música abakuá.
Cuando pude conseguir el libro de Jorge Calderón sobre la vida de María Teresa (que esa es otra historia) leí algo que me llamó muchísimo la atención. Tenía un testimonio de un señor santiaguero llamado Eduardo Hernández "Nandín", que según el libro era muy amigo de Ignacio y plantea que Piñeiro decía sobre María Teresa: "Era una mulata preciosa", y luego Nandín agrega: "Piñeiro siempre estuvo enamorado de ella". Un poco más adelante en el libro se narra que María Teresa mandó a buscar a Piñeiro para que tocara en el Sexteto Occidente (un tradicional formato de son en aquel momento, fundado por ella misma en un momento en que el son se imponía) y viajara a New York con ellos a grabar. Se dice también allí que Ignacio no sabía tocar el contrabajo y ella le enseñó. En el libro, desgraciadamente no se profundiza más sobre esa relación entre ellos 2... A mí al menos me dejó una enorme duda eso de saber supuestamente que Piñeiro estuviera enamorado de ella y quise seguir indagando sobre esto pero nadie me sabía decir.
En diciembre del 2012 salió en Cuba un libro sobre Ignacio Piñeiro de Ricardo R. Oropesa que se llama La Habana tiene su son. Tenía tremendas expectativas al respecto. Resulta que el libro está muy interesante porque enfoca mucho sobre la importancia de que Piñeiro haya sido abakuá para el desarrollo de su música y el son. Tiene un magnífico prólogo de Helio Orovio.
Busqué dentro del contenido del libro el momento que mencionara a María Teresa Vera y me encontré con algo que no me esperé. Cuenta que en el año 1926 Ignacio Piñeiro había compuesto un número significativo de canciones relacionadas con la temática y la ritmática abakuá. El mismo Sexteto Occidente grabó algunas. "En la alta sociedad" fue uno de esos temas, el cual (y así mismo cita el autor) María Teresa quiso cantar "caprichosamente". La cuestión es que las sociedades secretas-fraternales de los Abakuás son exclusivamente para hombres, y los altos mandos de las mismas vieron el hecho de que una mujer cantara y develara ciertas cosas de la misma sociedad (que era secreta) como una gran provocación. La grabación de esta canción fue ampliamente difundida por la radio. Sin proponérselo, se populariza esta canción y así se rompe esa especie de cerco difusivo en la radio para las expresiones folklóricas de origen afrocubano.
Los altos dignatarios de la potencia Eforí Enkomó, a la cual pertenecía Ignacio Piñeiro le quitaron su plaza dentro de esta sociedad de su cargo de Morúa Yuanza (se refiere a quien canta y dirige los cantos convocando a los diablitos característicos de estas sociedades, a bailar). María Teresa a su vez, viendo el peligro que podía correr, deja por un tiempo el Sexteto Occidente y se hace Santo, dejando por unos años los escenarios para evitar las represalias de los Abakuá, deja de cantar y se refugia en la composición. Piñeiro funda ese año el Sexteto Nacional, que luego sería el Septeto Nacional Ignacio Piñeiro.
Otra anécdota increíble es que durante el tiempo que el Sexteto Occidente estuvo grabando en New York es que Ignacio Piñeiro puede ver a los jazzistas de allí; y de los bajistas incorpora luego a la manera de tocar el son, la forma de pulsar las cuerdas en el jazz y además se enamora de la trompeta, que luego la inserta dentro del son y por eso lo que era Sexteto se vuelve Septeto. Así que de alguna manera María Teresa Vera también está vinculada a los procesos del son cubano.
Igual me seguí quedando con la duda de saber en qué circunstancias se conocieron Ignacio Piñeiro y María Teresa y a qué grado tiene que haber sido esa amistad para todo esto que se cuenta, para en primer lugar Piñeiro le permitiera a ella, sabiendo que era una mujer, cantara su obra y todo lo que significaba y significó. Quisiera saber más que todo esto, quisiera encontrarme a alguien que me dijera mucho más, pero esto es lo que tengo por el momento, esto e ideas en mi mente.
A continuación les dejo "En la alta sociedad", que critica a la clase alta que imita las ceremonias abakuá sin respeto alguno, referiéndose a cómo deberían ser en realidad ceremonias, mencionando instrumentos, y cantos y los encargados de ciertas partes de la ceremonia; además es muy interesante la ritmática que no es un son, el género, creado por Piñeiro se llama Clave Ñáñiga. Se dice que María Teresa no pronunció bien algunas palabras, cambió su dicción.
Aquí está la letra y la canción. Disfruto siempre mucho esta canción sobre todo las terminaciones de frase que hace María Teresa con una sutileza casi sublime, sobre todo en la frase (Enegue mosongo moto).  La foto que trae el video es del Sexteto Occidente, donde se puede ver a María Teresa y en el contrabajo a Ignacio Piñeiro.


"En la Alta Sociedad"

En la alta sociedad quisieron jugar Diablito
y ni tan solo un poquito lo pudieron imitar.
Cuando fueron a tocar usaron cien instrumentos,
sus confusos movimientos no los dejó terminar.

Para cantar abakuá no sirve la maraquita,
el Íremo necesita enkomó y bonkó
y el eco beco efimeremo Obon Íyamba.

Entonces con gran primor oirán a Yoanza cantar:
Ekue ullo ke acanapon ibio ibio ibio kondo,
y yo con mi voz respondo al compás del Eribó:
Enegue mosongo moto Efimeremo Ekueñon
Monina entumba batanga embere abakuá efó.

Sanga aprofa nandiva okobio Abakuá Efó.



Bibliografía consultada:
-Calderón, Jorge. "María Teresa Vera".  Editorial Letras Cubanas. La Habana, Cuba. 1986.
-Oropesa Fernández, Ricardo Roberto. "La Habana tiene su son". Ediciones Cubanas. 2012

5 comentarios:

  1. Mirita, que relato tan interesante. Soy un fanático del son mas no un gran conocedor. mi principal afección por el son cubano me llega por mi papá escuchando al Trío Matamoros cuando yo era niño. Luego un queridísimo cubano me condujo a María Teresa Vera, e inmediatamente quede enamorado de su timbre, su melodía y su dicción. Y gocé con placer escuchar de ella temas que yo solo había escuchado de voz del Trío Matamoros. Llegué a tu blog buscando la letra de "En la alta sociedad", pues porque quería saber qué canta María Teresa, vocablos para mi imposibles de descifrar con solo escucharlos.

    No me extranaría para nada que esa tesis de amor fuera cierta. Creo que sin duda yo también me hubiera enamorado de María Teresa siendo Ignacio.

    Gracias por este interesante relato!

    Miguel

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    1. Muchas Gracias a usted. Yo adoro la historia y la vida y el arte de estos grandes músicos.
      Le mando un gran abrazo y gracias de verdad por leerlo.
      Mirita

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  2. Que cosa más fantástica!

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