martes, 9 de febrero de 2016

La casa donde nació Bola de Nieve


El 8 de septiembre pasado, 2015 visité Guanabacoa. Quería ir a lugares relacionados a Bola de Nieve, uno de mis artistas favoritos. Tuve una tropa de amigos que se sumó a esta aventura y fue un viaje especial y genial de divertido. Llegando a Guanabacoa, preguntamos, y fundamentalmente quería ir a la casa donde nació y a su tumba, como el punto de partida y el final. Tenía en una libreta anotados ciertos datos, entre ellos la dirección de la casa donde nació. Preguntamos y nos indicaron. Antes pasamos incluso por un Teatro donde primera vez tocó, el Teatro Carral. 


Luego nos dirigimos a la dirección de la casa. Fue fácil preguntando, la gente sabía donde era y nos indicaron. Y ahí estaba, aunque el nombre de la calle era otro. 


Hablamos con vecinos que estaban en la casa de al lado y corroboraron que era esa. Nos señalaron la puerta, si, en esa puerta. Y nos dijeron, toquen, para que los dejen entrar y miren por dentro.



Tocamos pero no había nadie. No importaba en realidad, estábamos allí y eso fue bonito, me daba emoción igual. Rodeé un poco la casa y tiré fotos entre las persianas para adentro. Y claro, dejando a un lado la emoción, era un poco triste que no hubiera una placa ni nada diciendo que ahí había nacido el Bola y las condiciones de la casa. 


Ignacio Villa Fernández, Bola de Nieve (1911-1971) fue un artista cubano, excepcional, pianista, compositor, cantante, aunque él respetaba mucho eso de cantar y no se consideraba una gran voz, sino un intérprete de las canciones, las cuales volvía suyas totalmente. Actuó por muchos escenarios del mundo, como solista y como parte de otros espectáculos. Por suerte para todos, existen muchas grabaciones de él donde se puede disfrutar totalmente de su arte. Era alguien único. Un ARTISTA con mayúsculas. 


En Cuba Bola de Nieve siempre ha sido una figura de referencia, fundamental, y un orgullo de Guanabacoa, junto con otras figuras, como Ernesto Lecuona y Rita Montaner, con quienes actuó bastante. Por eso, llegar a su casa, donde nació, verla en esas condiciones y que ni siquiera hubiera una plaquita de referencia, fue muy triste. Pero recorrer Guanabacoa fue descubrir un poco eso. 
Hace mucho tiempo vi un documental sobre Guanabacoa y sus lugares sumamente importantes para la historia y que no se restauraban y se iban destruyendo sin más. De hecho en el documental confrontaban a Eusebio Leal, historiador de La Habana, y le decían que La Habana no era solo el casco histórico que está ya bien restauradito y bonito, y le hablaban de Guanabacoa. Eusebio retóricamente prometió y dijo algo así como que si, claro, Guanabacoa es importante. No sé, no conozco en realidad, planes de nada de como funcionan esas cosas, pero me dió mucha tristeza cosas que ví allí, edificaciones importantes para la cultura e historia, viviendas normales de las personas, y mucho más, en estados bien bien deplorables. 
Pero cumplí mi objetivo de ir y fue reconfortante en muchos sentidos. Ya contaré la anécdota de la tumba del Bola, que si fue otra historia.