En su letra es una rumba pesimista, de lamento de traición y entonces la decisión de ya no volver a querer para no sufrir un dolor así. Musicalmente, solo interpretada por las voces y la percusión, va en aumento apoyando la evolución de lo que está expresando, pasando de exposición, descripción y conclusión, de acorde al texto, el cual es coloquial y conciso:
Consuélate como yo que yo también tuve un amor y lo perdí.
Y por eso digo ahora: ya yo no vuelvo a querer.
¿De qué te sirve el querer si a tí el/un amor te traicionó?... como a mí.
Por eso ahora ya yo no vuelvo a querer.
Como la Rumba es un género bailable, en este caso el Guaguancó, que es tan característico, pues visualizo el momento de los bailadores, todo el juego ese de conquista, y esta ves, el intento de seducción del vacunao por parte del hombre y la mujer evitándolo, pues aquí en esta pieza me lo imagino en un rechazo constante, porque ya no vuelve a querer... apoyando la letra en ese rotundo no, no y no!!
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