sábado, 13 de agosto de 2016

Consuélate como yo.

La Rumba como siempre, directa y a la vez sublime; la escuchas de comienzo a final y va generando ese trance que va in crescendo, que te va haciendo sentir por dentro logrando que te muevas junto con la percusión. Hoy andaba escuchando esta, "Consuélate como yo" de la autoría de Ignacio Piñeiro y Carlos Embale en su interpretación. 
En su letra es una rumba pesimista, de lamento de traición y entonces la decisión de ya no volver a querer para no sufrir un dolor así. Musicalmente, solo interpretada por las voces y la percusión, va en aumento apoyando la evolución de lo que está expresando, pasando de exposición, descripción y conclusión, de acorde al texto, el cual es coloquial y conciso: 

Consuélate como yo que yo también tuve un amor y lo perdí. 

Y por eso digo ahora: ya yo no vuelvo a querer. 

¿De qué te sirve el querer si a tí  el/un  amor te traicionó?... como a mí. 

Por eso ahora ya yo no vuelvo a querer. 


Como la Rumba es un género bailable, en este caso el Guaguancó, que es tan característico, pues visualizo el momento de los bailadores, todo el juego ese de conquista, y esta ves, el intento de seducción del vacunao por parte del hombre y la mujer evitándolo, pues aquí en esta pieza me lo imagino en un rechazo constante, porque ya no vuelve a querer... apoyando la letra en ese rotundo no, no y no!!





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