A veces no entiendo las cosas de esta ciudad y bueno, de muchas!! es cuestión de la gente. Sin divagar e ir al grano, digo que: tenemos en la Calle 8, La pequeña Habana, estrellas de la fama. Unos niveles un poco raros de fama porque en realidad no puedo entender que exista una estrella para Ernesto Lecuona cercana a una de Thalía, por ejemplo.. Además de que claro que la estrella de Thalía está bastante mejor cuidad que la sucia y media rota de Lecuona. En esa de Lecuona es donde se detienen los buses, se bajan montones de turistas y hay muchísima gente allí siempre, el parque del dominó, negocios de artesanía. Yo cuando paso en mi bici pues la miro y me da medio tristeza. Las dos veces que le he hecho fotos a la estrella me miran asombrados de quién será ese de la estrella o porque pondré cara tierna así por algo que representa a alguien que quizás no tienen idea.
El otro día que pensaba y escuchaba a Lecuona meditaba sobre la calidad y la mediocridad y como son conceptos que son tremendamente importantes. Nos rodea mucho vacío, en muchos aspectos y en la música, uff. Tener cierto conocimiento y respeto hacia los grandes nos hace en parte responsables de hacer algo por ellos, de difundirlos, de hacer que el respeto hacia sus obrsa y sus figuras sean más reconocidas, entendidas y valoradas. Hay que hacer por la cultura.
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